Slow movement

Tras haber estado en un estado slow movement llega la hora de compartir unas cuantas reflexiones que se han ido generando en relación a La Anécdota. Ha sido importante dejar pasar el tiempo para que se dé la posibilidad de reflexionar y ubicarse en el ¿y ahora qué? Sin precipitarse, sin pretender abarcar más de lo necesario y lo posible, intentando no repetir momentos de urgencia individual -que también los ha habido- y dando tiempo a que las cosas sucedan…o no.

El proceso para el concurso de Lorca fue tan intenso que a temporadas nos hemos movido entre los deseos que nacían para La Anécdota como espacio compartido y la realidad de cada una de las personas que ha participado en la reflexión. Es posible que la más interesante sea la que disfrutamos en el #meetcommons con todas las personas que nos juntamos allí  en vivo y a través de la red.*(ver nota final)

 

-Registro gráfico analógico vía @eiza

 

¿Y ahora qué?

La anécdota nació con la intención de ser una iniciativa que posibilite la colaboración de forma abierta de toda persona que tenga un interés en la mejora de entornos urbanos en concursos urbanos.

Ahora uno de los deseos es que La Anécdota evolucione de iniciativa a plataforma. ¿Cuál es el matiz? Se busca que la anécdota deje de ser anecdótica, entendiendo que la diferencia entre iniciativa y plataforma es la duración -como soporte- en el tiempo.

En el #meetcommons aparecieron posibles vías para La Anécdota:

 

1_ Seguir experimentando el trabajo en red mediante propuestas para concursos.

Es cierto que muchos concursos no están planteados para ser accesibles a toda persona interesada en los entornos urbanos, y que muchos no se fundamentan en una idea sólida que busque una mejora real –en medio largo plazo-. Pero estas experiencias controladas en un tiempo concreto, posibilitan tener cierto auto-control sobre la disponibilidad de cada persona, así como ver las necesidades tanto personales como grupales que se necesitan para desarrollar propuestas colaborativas fundamentadas en la gestión y participación abierta, y el procomún.

¿Podría @laanecdota ser una plataforma que facilita ir adquiriendo habilidades para poder ir compartiendo trabajos que se prolonguen más allá en el tiempo?

Yago compartió dos ideas interesantes en el #meetcommons: además de plantear que se buscara una posible sinergia con A. Cánovas, A. Amann y N. Maruri ganadores de la propuesta para el barrio de La Viña y llevar propuestas de actuación al Ayto. de Lorca. También compartió que le resultaba interesante que La Anécdota sirviese para presentarse a “concursos más serios como Europan”.

 

2_ Posible(s) línea(s) de investigación:

En todas las reflexiones compartidas, aparece la idea de abrir una(s) línea(s) de investigación que ayude(n) a generar la metodología que se intuye como necesaria.

En el #meetcommons hubo preguntas ideas –no literalmente expuestas- que pueden ayudarnos a saber por donde podemos/queremos/necesitamos empezar. Mencionamos algunas de las reflexiones que salieron:

Domenico Di Siena  “¿Se pueden generar propuestas profesionales en la red transmitiendo fiabilidad? ¿Modelos de trabajo más allá de los colectivos?”

Alfonso S. Uzábal  “Metodologías para lo que trabajamos en red. ¿Cómo lo hacen las comunidades de software?”

Jorge Toledo  “¿Cómo hacen otr@s lo mismo?”

Alberto Corsin “¿Cómo parametrizar una situación local?”

Adolfo Chauton “¿Estamos intentando generar algo mecanicista a algo orgánico?” “Generar en mi mismo las habilidades para procesos espontáneos.”

¿Cuáles son las habilidades/conocimientos/metodologías que necesitamos? ¿Lo investigamos?

 

3_ ¿Necesitamos que La Anécdota sea un espacio de reflexión o se pueden utilizar otros espacios/formas que ya existen para compartir además de las RRSS y el blog?

Esta es una de esas preguntas que no son preguntas puesto que encierra la respuesta en sí misma. Entendemos que la inteligencia colectiva también se apoya en optimizar recursos, por lo que es interesante –e inteligente- ver quienes están posibilitando estos espacios de reflexión y en su caso, utilizarlos. ¿Y si vemos necesarias otras formas de relacionarnos –encuentros on-line, encuentros físicos… que no encajan en los anteriores? Buscaremos la manera de llevarlos a cabo entre todos.

Ahora la pelota está en nuestro tejado –en el de cada una de las personas interesadas en lo que se propone desde La Anécdota-.

Como siempre, el debate conversación está abierto. ¿Cómo vuelve a activarse? Deja tu nombre, propuesta, ideas… a través del twitter mencionando @laanecdota, en info.laanecdota@gmail.com o en el siguiente documento . ¿El plazo? Hasta el 18 de junio de 2012 -incluido- para poder realizar otro post publicando todos los comentarios.

 

*Nota final:

Hubo un error y no tenemos la transcripción del chat de la sesión… así que sería genial que lo compartido en la sesión del @thinkcommons lo volváis a compartir a través de twitter, de este post o del documento

10 comentarios
  1. A mí me parece especialmente inspirador el punto de vista de Adolfo Chautón. Buscando estas nuevas «plataformas», apenas podemos imaginar qué estructura van a tener, de modo que tratar de estructurarlas desde el principio puede ser un error. Por eso me gusta la idea de mantenelas como algo vivo, algo que irá evolucionando y desarrollando sus partes para obtener las funciones necesarias. Me ha llevado dos años aprenderlo por mi cuenta con #eGruyere y Alfonso nos lo pone en bandeja.

    Y para ello, una de las mejores cosas a las que puede ayudar ahora mismo una de estas iniciativas es precisamente a preparar a las personas para funcionar de otra manera, incluso sin estructura prefijada: Generar las habilidades para trabajar en red, para movernos en entornos más experimentales, para acercarnos individualmente a ese sueño colectivo de colaboración, para empezar a funcionar de otra manera. Y hay mucho por aprender, nos faltan hábitos, nos sobran esquemas mentales, y hay muchos valores por interiorizar.

    ¿Tendría que dedicarse a eso La Anécdota? No necesariamente. Puede seguir siendo una plataforma desde la que lanzar propuestas colaborativas a concursos, con toda su especificidad. Y a la vez mantener en paralelo lo otro, como objetivo superpuesto, posiblemente a través de la relación con otras iniciativas en la misma línea. Ese «desarrollo personal-profesional para nuevas formas de trabajo» es algo que podrían compartir perfectamente La Anécdota, La Nave, eGruyere, y cualquier otro espacio, iniciativa o colectivo que busque algo similar.

  2. Decir que llevo unos día dándole vueltas al asunto puede sonar a cliché, pero no anda tan distanciado de la realidad. Tras volver a ver el vídeo (que creo debiera aparecer en este post) hay un momento que se pregunto:
    «¿qué sois? ¿sois un grupo de gente disponible?»

    La pregunta no es ingenua, ya que de ser así, la función de esta plataforma varía en distintas maneras. De ser un grupo disponible, la anécdota queda como un espacio donde alguien puede lanzar una propuesta y desde ahí, los demás en función de su grado de disponibilidad, sus ganas de implicación en el proyecto y sus capacidades/competencias generar un entorno de trabajo (en red) desde el que plantear la solución al proyecto-concurso. ¿La anécdota queda convertida en un punto de encuentro de estas iniciativas? tal vez, tampoco quiero poner muchos nombres al asunto. (alguien llega, La anécdota propone/actua)

    Pero luego esta, si aparte de estar disponibles (o a la espera) somos emprendedores… en ese caso, entiendo, se trata de que el espacio plantee iniciativas. Aquí, aparece eso que habla tan claramente Jorge: ¿podemos ofrecer nuestro conocimiento y compartirlo con otros para desde ahí, no solo ir entendiendo que estamos haciendo sino preparar a otras personas para lo que significa trabajar así? En este caso, ¿cómo se plantean? (compartamos conocimiento en torno a estos temas)

    Incluso he llegado a pensar que quizá todo esto sea también una actitud, ¿sabéis? La anécdota convertida en una especie de filosofía de como se pueden hacer cosas. Algo como que cualquiera puede hacerla suya y adscribirse a ella, como un proyecto ‘open source’ que cualquiera pudiera tomar y hackear/utilizar a su manera. Entonces alguien la usaría más allá de los concursos, o desde fuera de la arquitectura. Y así se continuaría aprendiendo, compartiendo conocimiento y experiencias. No sé. De ser así, en este caso, sería bueno entonces como encontrar esos marcos comunes de discusión… esa web, wiki, o tantas cosas…

  3. Jorge dijo:

    Pues la primera opción no me parece nada mal, es interesante en sí misma y perfectamente compatible con la segunda.

    En ese último caso, habría que preguntarse: ¿Pueden las filosofías tener marca? ¿Qué ganaría (y qué perdería) una filosofía o una actitud si la ligamos a una marca? Y según eso, ¿para qué hacerlo?

  4. En lo primero estamos de acuerdo.

    en cuento a tu pregunta es difícil de responder,o no
    y si se plantea así? ¿Pueden las marcas tener filosofía? en este caso la respuesta es sí, claro. No lo dudaría
    pero no querría llevar a algo como «que fue antes, si la filosofía o el huevo» 😛

  5. A mí me parece que la anecdota es un punto de encuentro de profesionales que en un momento concreto tienen inquietudes comunes. Lo de presentarse a un concurso es anecdótico, según entendí yo en la presentación del meetcommons. Una de las líneas de investigación o pensamiento podría ser precisamente esta: hay alternativas al modelo concurso. Es decir, os juntasteis para poder presentaros a un concurso porque las normas no os lo permitían. Hackeasteis el proceso, por así decirlo. Pero creo que se puede ir más allá.

    Por otro lado, estoy de acuerdo con Jorge en que la indefinición es un valor, si la entendemos como estructura líquida que puede adaptarse rápidamente a nuevas circunstancias: cambio en el número de integrantes, cambio en el grado de implicación de los integrantes…

    Por último, la marca puede servir para explicitar unos modos de hacer, para enmarcar y conseguir que se perciban mejor esos modos de hacer que se derivan de aplicar una filosofía.

  6. Rubén Dguez dijo:

    ¿Y ahora que?, quizás es una pregunta que no tiene, en estos momentos, una respuesta categórica. Creo que se necesita algo de ambigüedad y permitir que esta anécdota construya su camino paso a paso, descrubriéndose a si mismo.
    Coincido con Adolfo Chautón y Jorge Toledo, en generar algo más orgánico, sin una estructura definida y aprendiendo a cooperar en entornos mas experimentales. Entiendo que la fuerza está en la inteligencia colectiva, en esta red de cooperantes y colaboradores. En este sentido, reforzaría ese sentimiento de pertenencia a dicha red.

    Creo que esas lineas de investigación sobre trabajo en red son complementarias y necesarias con la realización de proyectos concretos, como dice Pedro Hernández, ya sea a la espera o como emprendedores. Pero es importante aplicar y aprender haciendo.
    Esta primera experiencia en Lorca ha descubierto aciertos y cosas que mejorar, bien! Aprendamos de ello, reflexionemos sobre lo ocurrido para aplicarlo en el siguiente proyecto, concurso, acción, iniciativa,… Prueba y error, en un estado de beta continuo.

  7. Desde los primeros pasos, este proyecto me ha parecido muy interesante. Las dudas que se repiten y este mismo debate me parecen buena prueba de que sigue por buen camino.

    Tengo la sensación de que hoy necesitamos promover cambios culturales muy profundos que no se pueden asociar a propuestas de modelos fijos y rígidos.

    Es cierto que necesitamos experimentar y probar con procesos prácticos y reales, las intuiciones y los marcos culturales que estamos proponiendo con este tipo de procesos y que resultan muy diferentes de los que han estado «dominando» la escena profesional hasta la fecha; sin embargo es fundamental rodearnos e seguir experimentando con estructuras liquidas y flexibles, como veo que todos (Alfonso, Adolfo, Pedro, Rubén y Jorge).

    Durante el debate que tuvo lugar en #meetcommons se notaba una cierta preocupación por encontrar las dinámicas que permitan descentralizar cada vez más el proyecto y llegar a un modelo mucho más distribuido. Me parece genial que haya este empuje, sin embargo tenemos que tener presente que no estamos acostumbrados a este tipo de estructuras, con lo cual me parece muy importante la labor de reflexión y promoción de modelos abiertos y descentralizados.

    Si no se llega a esa descentralización tan deseada, no pasa nada…. ya llegará!! Lo más importante que exista como objetivo y que sea evidente y transparente.

    Necesitamos trabajar mucho a nivel cultural y por supuesto avanzar con la parte practica. En este sentido creo que es limitante pensar solo en concursos, yo diría que la plataforma va más allá y puede proponer procesos muy innovadores de trabajo en red para propuestas de todo tipo.

    Me encanta la idea de juntarlo todo: acción, reflexión, promoción. Todo ello con filosofía abierta y distribuida.

    Llevo un tiempo obsesionado con algo, que viene a ser lo siguiente: primero las personas, ya llegará todo lo demás.

    Volvamos a dar importancia a las personas, a los valores que representamos cada uno.

    De la misma manera diría que es fundamental volver a dar importancia al presente. Nuestros padres han dejado que se les robe el futuro, ese futuro somos nostros. Como resultado nos vemos obligados a construir nuestro presente, y tenemos que hacerlo valorando a las personas y sin una inútil «apología» del sacrificio en vista de tiempos mejores.

    No pensemos demasiado en el futuro. Pognamosnos a crear un presente «extraordinario»!!

    A lo que voy es que estos modelos no tienen que buscar la utopia, sino el disfrute entre personas que comparten una nueva filosofia de trabajo y de vida.

    Vamos a por ello!!!

  8. Coincido con los demás en que la evolución de esta iniciativa debería generar una estructura orgánica y flexible. Se habla mucho en urbanismo de maneras de “enmarcar” la incertidumbre, de estructurar una manera de planificar abierta y participativa (lo que conlleva crear una esctructura descentralizada donde quepan muchos más factores de los que estamos acostumbrados a usar.)

    Lo especial de la propuesta de La Anécdota es, en mi opinión, precisamente la capacidad para entrar en contacto con el mundo real, a través de concursos o proyectos, además de desarrollar paralelamente un concepto en el campo más teórico. El hecho de afrontar situaciones tan comunes en la profesión como una propuesta para un concurso de una manera diferente abre un campo de experimentación muy interesante.

    Es similar a lo que propone el colectivo de arquitectos LaCol en Barcelona (y seguro muchos más, conozco este caso personalmente por pertenecer a mi generacion de estudiantes), una forma de trabajar horizontal y participativa. Coincido con Domenico en que es tiempo de pensar mas en las personas, ¡este es el camino a seguir!

  9. Nosotras no hemos estado muy metidas en la generación y el proceso de @laanecdota, pero nos ha parecido muy interesante este modo de hacer y por ello hemos intentado -en la medida de nuestras posibilidades- realizar pequeñas aportaciones. Desde hace tiempo y a través de la Plataforma Zoohaus, hemos trabajado en relación a este modo de colaboración, horizontal y en red, que con el paso del tiempo va encontrando nuevas herramientas y situaciones en las que desarrollarse.

    Más que una reflexión, nos gustaría haceros una propuesta. En el encuentro de Inteligencia Colectiva Bilbo os comentamos una idea que desde hace tiempo nos ronda, seguro que a nosotras y a muchos más. Se trata de generar una red (de nuevo), documentación y reflexión conjunta en torno a la activación de espacios sin uso a nivel del Estado.

    La verdad que no sabemos si es apropiada o no para @laanecdota, si es el momento de plantearse este tipo de procesos o no, pero nos gustaría sugerirla. Ahí lo lanzamos, para quien quiera recoger el testigo, en el documento compartido: https://docs.google.com/document/d/1H281QpUfdVjd5ENh27EuiXY59QlmYCRYT-ZJg6UZ8JM/edit

    Echadle un ojo!
    Un saludo!

  10. PEZ[estudio] lo de los espacios vacíos y sin uso me parece un temón. Hay varias experiencias de este tipo, desde la recopilación de consumos desmesurados de territorio de @6000km [http://6000km.org] hasta los grupos de flickr en los que participan cientos de personas que recopilan miles de fotos de lugares abandonados de España [http://www.flickr.com/groups/abandonos_en_espana/].

    De lo que no hay tanto, es una iniciativa que proponga usos a estos lugares abandonados, los presente como espacios oportunidad, y ayude a poner en contacto a gente interesada para iniciar procesos de recuperación.

    Este enfoque me parece que puede encajar muy bien con planteamientos de organización distribuida, descentralizada y deslocalizada como es La Anécdota.

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